La vie tumultueuse de cette mexicaine née en 1907, peintre, révolutionnaire et amoureuse. On lui prête une liaison avec Trotsky. Elle fut entourée de nombreux admirateurs parmi lesquels, à Paris, Breton, Picasso, Duchamp ou Kandinsky. Par ailleurs elle était déchirée entre de terribles souffrances physiques et une immense force de création.
Angelina Beloff, exiliada rusa, pintora incipiente, escribe desde el gris, el frío y la pobreza del París de posguerra, a Diego Rivera, su compañero durante diez años, a quien no ha podido seguir en su regreso a México. Angelina Beloff escribe cartas amargas que el pintor no responde. Una mujer fina y suave es atraída hacia una experiencia de libertad, soledad y creación en que las fuerzas faltan y hay que inventarlo todo. Es la posguerra, la emancipación de las mujeres de clase media, las formas rotas: no hay modelos. Elena Poniatowska ha recreado, en estas cartas imaginarias, el testimonio entrañable de una artista y amante en la encrucijada del tiempo nuevo. El tono suave recorta y sustenta aquí la pasión amorosa y la pasión creadora, con un acento nuevo en la periodista y novelista que conocíamos: la precisión y la finura convocan en este libro brevísimo la fuerza concentrada de la pintura de caballete.
Una figura destacada en el arte entre 1593 y 1653, fue una de las pocas mujeres que logró fama en la pintura. Sus obras se exhiben en las principales pinacotecas del mundo.
Selvaggia e passionale come il suo Paese d’origine, il Messico, violenta e dolcissima come l’attaccamento alla vita che la caratterizzò, visionaria e realistica come i suoi quadri, Frida Kahlo (1907 – 1954) è sicuramente una delle più grandi pittrici contemporanee, a lungo misconosciuta ma recentemente riscoperta dalla critica. Immobilizzata sin dall’età di diciassette anni, in seguito alla poliomielite e a un grave incidente automobilistico, Frida partecipò attivamente alle vicende rivoluzionarie del suo Paese, trovando infine nella pittura lo strumento più versatile per esprimere la sua disperata vitalità. Allieva, moglie e musa di Diego Rivera, ebbe contatti fecondi, e a volte burrascosi, con molti protagonisti dell’arte europea tra le due guerre – Duchamp, Breton, Picasso, Kandiskij, tra gli altri – lasciando a tutti il ricordo di un’artista tormentata e inconfondibile, di una personalità straziata e indimenticabile. Biografa commossa e partecipe, Rauda Jamis ci rivela con questo libro i multiformi aspetti di una pittrice straordinaria e seducente, dotata – come afferma il poeta Octavio Paz – «di fantasia, maniera precisa e preziosa, humour crudele, ferite e fiori».