El texto ejerce un control sobre la expresión poética por el que se puede hablar de una jerarquía del texto. La selección de las obras, Eternidades de Juan Ramón Jiménez y «O Guardador de Rebanhos» de Alberto Caeiro, éste último uno de los heterónimos de Fernando Pessoa, responde a tres razones Cronología, semejanzas temáticas y la necesidad de comparar expresiones poéticas desarrolladas en países diferentes. La afirmación de que existe una jerarquía del texto se fundamenta en las conexiones que se establecen entre las obras estudiadas y el movimiento formalista ruso desarrollado a principios des siglo XX. Todos ellos reconocen como única realidad poética el lenguaje y defienden un planteamiento objetivo y formal en la expresión poética por el que el texto adquiere una autonomía respecto del autor e impone su propia jerarquía a través de las mismas leyes literarias que lo constituyen.
